¿Recuerdas la tragedia del vuelo 171 de Air India tras despegar de Ahmedabad (India) con destino a Londres del pasado 12 de junio?
Pues ya se puede intuir exactamente cuál fue la causa.
Y la misma es escalofriante, por lo que esta tragedia encierra valiosas lecciones para los negocios y la vida.
El reporte preliminar del accidente revela la cronología trágica.
Aquí te van los momentos críticos:
· 8:07:37 (hora UTC) El avión inicia su despegue.
· 8:08:42 La aeronave alcanzó la velocidad máxima registrada de 180 nudos.
· 8:08:43 Inmediatamente después, los interruptores de corte de combustible de los motores 1 y 2 cambian de la posición RUN a CUTOFF uno tras otro con un intervalo de 1 segundo.
· En la grabación de voz de la cabina se escucha a uno de los pilotos preguntarle al otro por qué cortó el suministro de combustible.
· El otro piloto responde que no lo había hecho.
· 8:08:52 El interruptor de corte de combustible del Motor 1 pasa de CUTOFF a RUN.
· 8:08: 56 El interruptor de corte de combustible del Motor 2 también pasa de CUTOFF a RUN.
· 8:09:05 Un piloto transmite: “MAYDAY, MAYDAY, MAYDAY”.
· El controlador aéreo pregunta qué pasa. No obtiene respuesta y observa que la aeronave se estrella.
Bastaron 88 segundos.
260 muertos.
Pero, ¿sabes qué?
No fueron 88 segundos.
No.
Fue un segundo.
El trágico destino del vuelo se selló cuando uno de los pilotos apagó los dos motores inmediatamente tras de que el avión tomó vuelo.
“No existe un procedimiento en la historia de la aviación para apagar los motores tras despegar. Esto no fue un error, fue algo intencional”, comenta el capitán Steve Scheibner en un video (velo en nuestros sitios).
El ex piloto de la marina estadounidense y también piloto comercial explica que quizá por esto es que en la investigación de la tragedia no sólo participan autoridades aeronáuticas, sino también personal médico y, sobre todo, sicólogos especializados en aviación.
El reporte es preliminar, pero todo indica: fue una acción de-li-be-ra-da.
“Tras el shock de darse cuenta de lo que pasó, uno de los pilotos vuelve a prender los motores… pero fue demasiado tarde, las turbinas no estaban generando suficiente impulso”, concluye el capitán Steve.
En la madre.
1 segundo para morir.
No, que digo: un segundo para matar a 260 personas.
¿Qué lecciones se pueden desprender para los negocios y la vida? Por lo menos tres.
1. Anticipar la maldad. Al diseñar tu producto, particularmente en cosas que impacten la salud o la vida, considera al actor maloso… y actúa en consecuencia. Por ejemplo, se antoja lógico hacer más difícil el apagar los motores cuando el avión está más vulnerable… precisamente al despegar.
2. Anticipar el error. Otra vez, al diseñar. Ejemplo, el accidente en Nepal del 2023 que mató a 72 personas fue porque uno de los pilotos confundió dos palancas en el momento incorrecto (relee “Un minuto para morir“). Las palancas estaban juntas.
No se me olvidó la tercera lección, que es la más importante: asegurar la buena salud mental del personal responsable de actividades que impacten la salud o la vida de personal o clientes.
Ahí la salud mental literalmente es asunto de vida o muerte.
Monitorear con frecuencia a través de mediciones y consultas. Filtrar muy bien en la contratación de personal. Revisar las cargas de trabajo, nivel de estrés y el “burnout”. Estar atentos a síntomas de posibles problemas. Y, claro, brindar atención frecuente al personal que se identifique sufra problemas respecto a su salud mental.
Para no quedarnos en generalidades, aquí te van 5 tips para mejorar la salud mental de los empleados, según la Asociación de Sicólogos de Estados Unidos:
a) Entrena a tus gerentes para que promuevan salud y bienestar.
b) Incrementa opciones para tus empleados sobre cómo, dónde y cuándo trabajar.
c) Revisa políticas de seguros médicos en temas de salud mental.
d) Escucha las necesidades de tus empleados y ajusta.
e) Crea un ambiente de trabajo sano, diverso e inclusivo.
Oro molido.
Pueden ser la diferencia entre un segundo trágico y uno mágico.
Fotos: N+, France 24