Las nuevas medidas fiscales impulsadas por el gobierno de Claudia Sheinbaum podrían desencadenar pérdidas significativas de empleo en dos industrias clave: la automotriz y la refresquera, advierten sus representantes, con datos oficiales que ponen cifras concretas sobre la mesa.
Industria automotriz
El gobierno propone elevar del 20 % al 50 % el arancel para automóviles importados desde China y otros países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
El argumento oficial es que esos autos llegan al mercado “por debajo de los precios de referencia”, lo que generaría competencia desleal y pone en riesgo empleos en la industria nacional.
Se dicen que alrededor de 320,000 empleos industriales podrían estar en riesgo si no se regula esa competencia, pues muchas marcas chinas han instalado puntos de venta, distribuidores y parte de la cadena de suministro en México.
En el caso del comercio minorista automotriz, se reportan inversiones por más de 60,000 millones de pesos hechas por marcas chinas con aproximadamente 800 puntos de venta y 32,000 empleos directos, los cuales estarían vulnerables ante los aranceles propuestos.
Industria refresquera
En 2014 se implementó un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para bebidas azucaradas (refrescos), con el propósito de reducir el consumo y combatir la obesidad.
La industria refresquera reportó que ahora se impondrá un impuesto elevado a sus productos. Con dicho impuesto, se estima la pérdida de casi 9,000 empleos directos e indirectos tras su aplicación en el siguiente año.
Los refresquemos del país estiman un alza de 15 por ciento, mientras que la ANPEC ve riesgos para 150 mil empleos y 400 mil pequeños comercios. Concamin pide diálogo para evitar desestabilizar industrias.